Se sabe que existe una interna histórica entre la gobernadora María Eugenia Vidal y el tejedorense Emilio Monzó. Sin embargo, mañana se reunirán para definir la estrategia electoral. Actores que acercan posiciones y unidad de cara a la elección.
La gobernadora María Eugenia Vidal y el jefe de la Cámara de Diputados de la Nación Emilio Monzó se reunirán mañana nuevamente en las oficinas de Banco Provincia de la Capital Federal.
La reunión tiene como objetivo fortalecer la estrategia en le provincia de Buenos Aires de cara a las elecciones intermedias de este año.
El cónclave buscará potenciar la intención de Monzó de ocupar un rol de importancia en la mesa de decisión electoral de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires y de "contener" a intendentes peronistas, una estrategia que a la gobernadora siempre le resultó esquiva. Sin embargo, Vidal, al menos en lo inmediato, no ha cerrado la puerta para sumar dirigentes con ese sesgo a pesar que el propio Mauricio Macri, aconsejado por el asesor Jaime Duran Barba, pidió que se mantenga la "identidad pura de cambiemos"
Vale recordar que Vidal y Monzó habían tenido un primer acercamiento el pasado 24 de enero, un día después de que la mandataria retomara su actividad de gestión, tras las vacaciones en Playa del Carmen.
Fue un almuerzo a solas, en el restaurante Elena del Hotel Four Seasons, en el barrio de Retiro. El encuentro generó expectativas en el mapa interno de Cambiemos, ya que ambas figuras habían sostenido una fría relación política durante 2016. Sin embargo, no hubieron mayores noticias desde aquel encuentro,
Este jueves, segñun informa el portal Letra P, será el primer encuentro de las mesas chicas de Vidal y Monzó, en la que participarán el jefe de Gabinete bonaerense y mano derecha de la mandataria, Federico Salvai; el ministro de Gobierno y nexo con el resto de los sectores, Joaquín de la Torre; el senador provincial Gabriel Monzó, el diputado bonaerense Marcelo Daletto y el vice ministro del Interior, Sebastián García De Luca.
Entre ambos sectores existen algunas diferencias respecto a la proyección de la coalición Cambiemos y el vínculo con el peronismo.
Mientras que en el vidalismo se apuesta a “la nueva política” con figuras jóvenes, de renovación, discursos oxigenados y mucho contacto programado con vecinos, sin tanta atención a los detalles políticos de pago chico, el monzonismo sostiene su lógica de armados tradicionales. Monzó conoce al peronismo bonaerense y sabe que sumar a un jefe territorial es la mejor manera de sostener la división y las internas en las que se encuentra sumergido.
Desde el vidalismo, en cambio, descartan que un intendente del PJ ocupe la vacante en Producción y prefieren tomar con cautela el vínculo con este sector opositor y apostar a las fotos de gestión y los acuerdos menos explícitos con los jefes comunales. Entienden que la gobernadora debe ser el eje de la campaña y, sobre ella, confeccionar todo el juego proselitista.
Esas diferencias hacen que se muestren cautelosos respecto al rol que tendrá el jefe de Diputados en la campaña bonaerense. Habrá que esperar al jueves, lo que es cierto es que las elecciones se acercan y no hay tiempo que perder. Tal vez luego de ese cónclave se firma la unidad. Un concepto siempre imprescindible para construir poder en la provincia de Buenos Aires.