Se viven días intensos en la política argentina tras los anuncios del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, que determinaron nuevas restricciones para las zonas más críticas del país por el COVID. A él se plegó el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que apoyó la decisión y enfatizó en la necesidad de suspender las clases presenciales por dos semanas. 

En ese marco, el expresidente Mauricio Macri salió a marcarle la cancha a sus Intendentes en la provincia y pidió un gesto de rebeldía. "Tienen la oportunidad de imponer su liderazgo para que las pocas escuelas que están abiertas continúen así. Es fundamental preservar el vínculo entre los alumnos y la escuela y no apoyar fallidas decisiones improvisadas, basadas en la intuición o el miedo".

En la región, sin embargo, sus principales alfiles optaron por la cautela a la hora de expresarse al respecto. Tanto el intendente de Junín, Pablo Petrecca, como su par de Nueve de Julio, Mariano Barroso, manifestaron la necesidad de esperar a la oficialización de las disposiciones para tomar cartas en el asunto. 

"Tras los anuncios realizados por el Gobernador, quiero informarles a los vecinos de Junín que, por el momento, no habrá modificaciones ni en las actividades permitidas, ni en los horarios de circulación.De todas maneras, esperaremos la publicación de la normativa provincial para evaluar sus alcances en conjunto con la Mesa de Crisis", marcó Petrecca. 

Incluso menos confrontativo fue Barroso, que aclaró que "luego de los anuncios del Gobernador de la Provincia quiero informarles a los vecinos del distrito de 9 de Julio que, por el momento, no están vigentes las modificaciones anunciadas para el AMBA en torno al cuadro de horarios y actividades".