La Justicia federal intervino en el conflicto de la empresa ARSA, de la localidad de Arenaza (Lincoln) y decidió embargar a la firma por no haber cumplido con sus obligaciones. En tanto, 120 trabajadores aguardan por una resolución a su situación.

"La situación es cada día peor, hay más de 120 trabajadores en Arenza que no perciben un peso desde mayo. La realidad no se soporta. Somos trabajadores de una empresa que incumplió con todo lo que ha podido y dejó a las familias en el borde de la vulnerabilidad", dijo Luciano Asad, referente del gremio Atilra.

En diálogo con Somos, sostuvo que "los trabajadores que están reclamando lo hacen con clara convicción de hacerlo. Hay fallos a favor de la organización sindical y sus trabajadores" y marcó que "tienen un fallo en contra y no lo cumplen por eso es claro hacerlo visible a la sociedad para que sepan cómo es la realidad".

"El fallo habla de un incumplimiento legal de parte de la patronal, la justicia los obliga a regulariar la situación y habla de un embargo, por eso la empresa salió a apuntar contra la justicia", agregó Asad.

El gremialista exigió a los titulares de la firma que "deben ajustarse a derecho. Se pide que cumplan con la ley vigente. Es necesario para el normal desenvolvimiento de la sociedad".

"Venimos haciendo todo vía legal. Pedimos que se incorpore a un preventivo de crisis hace cinco meses y se negaron; recién ahora dicen que lo van a hacer, pero no presentó los documentos correspondientes, dilata los tiempos. Es ocmplicado trabajar con una empresa que no tiene voluntad de producir, de regularizar ni aclarar su situación. Es una situación fraudulenta, no ha podido demostrar otra cosa", cerró.