Al presidente le preocupa la imagen en positivo de Cristina Fernández y juntó la tropa en Olivos. El tejedorense Emilio Monzó, al parecer, le torció el brazo a Duran Barba y habría cambio de estrategia.
El lunes hubo una reunión entre el presidente Mauricio Macri con su mesa chica conformada por Marcos Peña, Horacio Rodríguez Larreta, Jaime Duran Barba y María Eugenia Vidal preocupados por la situación de la provincia de Buenos Aires, donde la ex presidenta, según datos oficiales, mantiene una imagen positiva de un 48 por ciento, pese a la campaña feroz de desprestigio que, durante un año, montaron el gobierno nacional, el partido judicial y los medios hegemónicos.
El presidente ve que no puede lograr dividir al peronismo y el congreso del PJ en La Matanza terminó por convencerlo. En efecto, Macri se reunió a solas con Emilio Monzó para escucharlo en sus propuestas para mejorar la performance en territorio bonaerense.
Monzó le aclaró al presidente que “nunca operaría contra él” pero no está de acuerdo con el clan manejado por Peña y tampoco con Vidal. “Hacen mucho marketing y poca política”, afirmó. Desde hace tiempo, el presidente de la Cámara de Diputados viene cuestionando en privado y en público que la política de la gobernadora de juntarse con tipos como Jesús Cariglino, Aldo Rico, Eduardo Duhalde no sirve ni trae votos. “Hay que ir a buscar a tipos como Florencio Randazzo o Julián Domínguez o al mismo Sergio Massa”.
El presidente le pidió a Monzó y a Vidal que se junten y traten de limar asperezas, que los necesita a los dos. Obedientes, ambos almorzaron ayer en el restaurante Elena, del Four Seasons, aunque no trascendieron los temas, según el portal info135.
Vidal está preocupada y con razón. Siente el rigor del presidente, más allá de su buena imagen política que supera ampliamente a Macri en la provincia. No la quiere a Lilita de candidata, muchos menos ir ella como candidata testimonial y le rechazaron sus candidatos: Jorge Macri, Facundo Manes y Gladys González. Ahora deberá compartir poder con el hombre de Carlos Tejedor, Monzó. Un punto a favor de Vidal, es que Peña y Duran Barba también son enemigos de Monzó, por lo cual hoy aparecen como sus mejores aliados.
Mientras tanto la ex mandataria se mantiene descansando en Santa Cruz y muy activa en las redes sociales esperando marzo para volver a la actividad en Buenos Aires, donde continuará trabajando fuerte en crear un gran frente nacional opositor con todos los sectores adentro que se opongan a las políticas de endeudamiento, desocupación y pobreza del último año. El año, comenzó caliente, como todo año de campaña. Pero el contexto de crisis general hacen que la figura de Cristina esté cada más fuerte, a pesar de las operaciones y la estrategia de erosión desde que Macri asumió en el Poder ejecutivo.