"El paso a paso en la gestión"

  • Sección Yo opino
  • 28 de jun de 2016 - 15:04

La Juventud Radical de General Villegas escribió una editorial titulada "El paso a paso en la gestión" donde hicieron públicas sus observaciones sobre la gestión actual a nivel local y criticaron la presidencia de Mauricio Macri.

Es entendible que todo proceso de cambio nos traiga aparejado ciertas dificultades. Hagamos el ejercicio de pensamiento con cualquier situación simple y cotidiana que vivimos a diario, el pasar de realizar algo a lo que estamos habituados o modificar esa forma de llevarlo a cabo, obviamente que nos provocaría algunas inseguridades propias y miradas de incertidumbre de los que nos rodean. Desde ya sin llevarlo a un extremo que la situación sea traumática por la magnitud del cambio, más si ese cambio supuestamente es para bien de uno y de su contexto.

¿Qué empieza a suceder si esta práctica la trasladamos al ámbito público-político? Es posible que todas las dificultades que vivimos en la Argentina actual, sea en el ámbito Nacional, Provincial o Municipal se deban a los cambios que se están realizando respecto de un antes que estaban mal. Las preguntas que se podrían habilitar de esto serían ¿Son realmente significativos los cambios para bien? ¿Y qué sentido tiene modificar una forma de hacer las cosas, si a eso no lo suplo con algo superador?

Cambiar porque sÍ, según el dicho popular no sirve de nada, pero en política nunca dos más dos es cuatro y el cambio puede ayudar. Porque la política en un punto se trata de eso, de cabalgar lo dinámico, lo cambiante, lo móvil de la sociedad.

Claro ejemplo de esto son la comunidades regidas por el terror, el autoritarismo y la violencia. Allí nada cambia, es más, se condena todo cambio y se intenta vivir lo más atrasado posible amparándose en el orden. Sin dudas en esas realidades no existe la política.

Ahora bien no es entendible que quienes pregonaron hasta el cansancio el cambio y supuestamente se prepararon para llevarlo adelante, asumiendo con vocación (nadie los obligó) la voluntad popular que los depositó en la gestión pública, tengan tanta imprevisibilidad.

El gobierno anterior sea del estamento que fuera, no hizo bien las cosas, tampoco fue abierto a la participación de las voces opositoras y no se caracterizó por brindar información pública de su gestión. Desventaja que se agrava, si se suma que dese el 2003 en adelante, los gobernantes de hoy en día, casi todos ocuparon algún cargo que les otorgaba la posibilidad de tener una relación más directa con el Estado sean jefes de gobierno, senadores, diputados o concejales.

Es posible que a cada medida que intentan tomar se encuentren con una olla a punto de estallar que les dejó la gestión anterior. Muchos de los que hoy nos gobiernan en los espacios políticos que ocuparon como opositores, hicieron "la plancha".

El ejemplo más cabal es nuestro presidente, Mauricio Macri, que como diputado no asistía a las sesiones de la Cámara Baja porque las consideraba improductivas. ¿Qué idea de país, provincia o municipio fueron delineando como legisladores? O fue solo un cúmulo de buenas intenciones y frases alentadoras.

En el ámbito municipal, que todo es transición o boicot ejercido por la herencia recibida, donde se encuentra el sentido programático del destino futuro que se quiere para el partido de General Villegas, los obsecuentes de siempre sean en el plano de la opinión pública (comunicadores) o en el espectro político, dicen lo que mejor les sale: "hay que darle tiempo". La misma tesitura usaban con el gobierno anterior: “estaba todo bien". 

Sin embargo en los debates de campaña las propuestas de desarrollo local de los candidatos en pugna eran pobrísimas, dicho por los mismos opinadores que hoy piden un manto de comprensión. Es simple, ¿para qué esperar algo de la nada? El resultado es nada. 

Los pueblos del partido (a décadas de su fundación)  están peor que a principios de siglo XX: con menos habitantes, menos trabajo y menos horizonte de vida. El gobierno anterior en su longevo periplo sólo se dedicó a repartir cemento, el resultado está a la vista en el revés electoral y en instituciones decadentes pero con "lindos" inmuebles. El ejecutivo actual en su "paso a paso" va a entregar una intendencia con un superávit financiero (lo cual es bueno) pero sin haber mejorado un ápice la calidad de vida de sus representados.  

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