El municipio no ha tenido éxito en disuadir a la empresa de fideos Don Antonio, que decidió cerrar sus puertas. Mientras los despidos y suspensiones se suman, casos y problemas.
Los recientes despidos en la fábrica de fideos San Antonio, más de 30 según las últimas informaciones, le abren un foco de conflicto al intendente Pablo Petrecca (Cambiemos), que se agudiza: los efectos de la crisis que repercuten en la situación local.
Ayer, los trabajadores realizaron una protesta frente al Municipio en repudio a la decisión de la empresa que ya mandó telegramas y se amparó en la Ley de Contratos de Trabajo.
Petrecca mantuvo una reunión con representantes de la empresa, de los trabajadores y del Ministerio de Trabajo que no llego a buen puerto “Se habló de la posibilidad de gestionar la maquinaria para seguir, pero esta gente no demostró ningún interés en eso”, señaló Carlos Antonio, dirigente fideero.
El espacio Unidad Ciudadana reiteró la falta de acción del intendente en medidas que sirviera de contención para hacer frente a la crisis, al tiempo que le cuestionan su alineamiento incondicional al gobierno nacional y provincial.
“Una vez más vemos en Junín el resultado de políticas de ajuste, devaluación y cierre de mercado interno implementadas por el presidente Macri, avaladas por la Gobernadora y el intendente Petrecca”, sostuvo el espacio de Unidad Ciudadana.
La situación se suma a otros casos. A mediados de año, Medilogos en Junín que pertenece a la firma Rivero S.A, adelante la producción de material biomédico y descartable, cerró sus puertas. La razón: la imposibilidad de competir ante la apertura de importaciones. Sus trabajadores, más de 60, llevaron adelante una lucha por varios meses.
Días atrás, Petrecca reconoció que hay pymes con una situación compleja, a las que se ha apoyado con un Programa de Recuperación Productiva de Nación, pero remarcó que “hay sectores que les está yendo muy bien” y destacó la “apertura de comercios”. El jefe comunal se manifestó “esperanzador” de que la situación se vaya a “acomodar”.
Por su parte, la empresa Don Antonio apuntó contra la falta de apoyo y la situación económica en su explicación sobre el cierre. "La grave crisis económica por la que atraviesa el sector, agravado en el caso de Pymes como la nuestra por un aumento desmedido (tarifas, impuestos, materias primas e insumos, la aparición de competencia desleal generada por los grandes grupos monopólicos, la falta de acceso al crédito que nos impidió la renovación de nuestras máquinas, la rotura de las mismas y la caída de venta, más la millonaria deuda que mantiene con nuestra empresa el Estado nacional a través de la ex ONCCA/UCESCI) nos llevan a tomar esta difícil decisión de cierre de la unidad productiva de pastas en esta ciudad".
A esta situación, se suma el incremento de la actividad de trueque en el distrito, un síntoma del daño en el mercado interno.