El flamante presidente del comité provincial de la Unión Cívica Radical (UCR) se enfoca en la unidad de los bloques radicales en Diputados.
El flamante presidente del Comité provincial de la Unión Cívica Radical (UCR), Miguel Fernández teje su estrategia para amasar la unidad de los bloques radicales en la Cámara de Diputados de la Provincia, algo que por estas horas parece imposible dada las diferencias que existe con el tándem Manes-Lousteau.
El referente de la Cuarta analiza los movimientos que se dan dentro del cuerpo legislativo, de cara al recambio de autoridades, y entiende que el radicalismo contaría con la posibilidad de ser la segunda minoría, pero para eso debería correr a los amarillos (PRO) y libertarios (La Libertad Avanza).
En esa misión, la clave está en la unidad; el inconveniente es que la bancada que preside Claudio Frangul no da señales de acercamiento, o de querer suplir a las pretenciones del exintendente de Trenque Lauquen. La negativa se debería a que ven en el abadismo un grado de "condescendencia" con el gobierno de Javier Milei.
Al margen, sigue fresca la interna que protagonizó Fernández con el candidato de Evolución, el diputado provincial Pablo Domenichini, quien aguarda que la Justicia se pronuncie sobre el reclamo que motorizó por los resultados en algunos distritos como Tigre, pese a que el órgano ya proclamó ganador a Fernández.
Motivo por el cual, éste y otros ejes como la discusión presupuestaria e impositiva 2025, la cual gana lugar dentro de la Legislatura, no generan un escenario propicio para acercar posiciones y aceitar un tipo de diálogo entre los sectores.
En tanto, el flamente presidente del Comité Provincia deberá sortear todo estos puntos para ver si puede allanar su misión, la pregunta se centra en si lo logrará, ya que hoy esa foto parece muy lejana.