Tres mujeres en la playa que sumaban una media docena de tetas al sol fueron apercibidas por la policía de Necochea a partir de la denuncia de un grupo de padres de familia.

Los padres de familia que aducían una falta al decoro y la dignidad, en la voz de lxsoficialxs de policía que se hicieron presentes, son los mismos señores que contemplan babeantes los almanaques de mujeres en tetas en los talleres mecánicos, se erotizaron de adolescentes y no tanto con la Coca Sarli, disfrutan de grandes escotes pero en las mujeres “de otros”, se dan vuelta en grupo para hacerte saber del poder de sus miradas y lo que te puede pasar, te rozan cuando pueden con sus genitales en un colectivo, se creen que tienen el derecho de tocarte el culo cuando les plazca y seguramente estaban rabiosos de no poder tocar por andar con sus esposas y proles a cuesta.

La enorme mayoría de esos padres de familia-falocéntricos jefes- son los responsables del sostenimiento de una institución familiar que- como dice Rita Segato – en nuestra cultura patriarcal es violentogénica porque en ella estadísticamente se concentran todos los abusos: violaciones, castigos físicos, violencia verbal, patrimonial, psicológica y por sobre todas las cosas la violencia política que es la materia de aprendizaje más cara en la familia.

Sí, las mismas familias que se entienden como la célula básica de la sociedad.

Las tetas libres de las mujeres causan estupor, las tetas de los varones por ahí causan risa, pero no está prohibido mostrarlas.

Y la cuestión no es la moral, ni la religión, ni la decencia, ni nada que se le parezca.

La cuestión es el control.

Un ordenamiento político y económico basado en el control de los cuerpos, de todos los cuerpos en general, los nuestros en especial.

Tal es así que podés mostrar las tetas de madre lactante en público, pero a esa misma teta de madre si la ventilás porque tenés calor te cae la poli porqueestá prohibido.

Ahora si mostrás las tetas en todo tipo de espacio o evento que haga que el placer masculino produzca además un rédito económico, léase shows “tinellivisivos”, desfiles de moda, películas porno, fiestas, publicidades de cualquier cosa: ahí la exhibición es legal.

Por eso mientras reprimían a tres desconocidas en tetas en Necochea, Teleshow titulaba “¡Qué diosa! El topless de Sofía Clerici en Punta del Este”.

En el Reino de la Hipocresía del Corpiño tus tetas no son tuyas, son de tus admiradores, cosificadores, mercantilizadores…

Y en especial paramasturbadores públicos, de esos que a diario denunciamos y después vemos que el oficial de policía,con los bracitos en jarra y las manitos en la cintura, viene y le dice en tono cómplice: - “¡che guardá, que impresionaste a la señora!”

La misma sociedad hipócrita pro familia y pro vida que contiene en su seno al mundo pro femicida, es la que se espanta por unas tetas que están al aire libre por cuenta propia, que han decidido no ser mercancía de nadie y que mientras están asoleándose contribuyen con el desarrollo de la autonomía política de sus únicas dueñas.

Las tetas, a los 11 0 12 años, cuandonos empiezan a crecer en esta sociedad perversa, tienen la virtud de hacernos sentir culpables y de enseñarnos lo que es la vergüenza.

Las niñas no nos encorvamos porque las tetas pesan, sino por el peso de la expropiación patriarcal de nuestros cuerpos que nos disciplina en Ser para LxsOtrxs.

Un par de tetas al sol sin razón son una expresión política.

Seis tetas en la misma situación son un Parlamento Playero legislando sobre la Libertad Sexual y devolviéndonos la propiedad sobre Nuestros Cuerpos.

Sale Tetazo en varios puntos del país.

¿Para cuándo en Chivilcoy?