Tiempos difíciles para el intendente villeguense de Cambiemos, Eduardo Campana. Es que a poco menos de 8 meses de haber asumido el control del Ejecutivo local, el jefe comunal enfrenta una tercera manifestación popular en el interior del partido.

Esta vez la causa que lo vuelve a poner en la picota es el aislamiento al que quedó sometido Santa Regina, uno de los 9 pueblos que conforman General Villegas tras un periodo de intensas lluvias pero también de falta de previsión.

En efecto, por tercera vez en 8 meses un pueblo vuelve a autoconvocarse públicamente. Las dos experiencias anteriores fueron Villa Sauze y Banderaló por la crecida del Río V. Ahora es el turno de Santa Regina por el aislamiento al que sus ciudadanos quedaron sometidos.

El lugar fue la plaza pública y hasta allí llegaron los concejales del oficialismo y la oposición que volvieron a poner la cara. Se confeccionó un petitorio que será entregado en mano a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, en horas más cuando pise General Pinto.

¿Qué pidieron? Básicamente por la presencia del intendente y por la propuesta de una solución. Ante la falta de iniciativas oficiales los reginenses solicitan que el Ejército argentino los ayude y que se trabaje para mejorar el camino de Bunge a Santa Regina

"La gente no puede entrar ni salir. No cuentan con farmacias, ni médico permanente y no está el médico allí, no tienen gas, está escaseando por supuesto el gas licuado y tiene poco alimento”, detalló el concejal del FPV, Marcelo Tau al dario Diagonales de La Plata.

Y agregó: “Lo que más nos preocupa es que no puede entrar una ambulancia ni nada y que no podemos esperar a que alguien se muera o que ocurra una desgracia para que nos vean".

El episodio Santa Regina vuelve a dejar en jaque al intendente local que tiempo atrás debió brindar una conferencia de prensa para desmentir rumores locales que lo señalaban renunciando a su función como jefe comunal. Por fuera de las broncas puntuales, Campana enfrenta hoy una serie de variables que debilitan su imagen y lo dejan expuesto ante la opinión pública villeguense.

Cuestión Política desenreda cuatro claves para entender porqué Eduardo Campana es el intendente que está más complicado dentro de la cuarta sección electoral:  

EL MENOSPRECIO AL RADICALISMO

El intendente surgido del FAP comenzó con el pie izquierdo cuando no le dio lugares de importancia al radicalismo local. Los ediles Diego Tellechea y Cristina Rodriguez no pudieron ocupar la Presidencia y la Secretaría del Concejo, ni poner a gente de su confianza en puestos claves.

Incluso, un rápido repaso, podría arrojar una mayor repartija de lugares claves del Ejecutivo a gente cercana al dominguismo, a pesar de que no formó parte de Cambiemos.

Campana eligió mover las piezas en el sentido contrario. Lejos de sentar en la mesa de las decisiones a los representantes de la UCR, les contrapuso interna bajo el pulso de su armador político: el Secretario de Relaciones Institucionales, Daniel Cepa.

La jugada para calmar los ánimos radicales fue postular a la interna del partido un viejo alfil del radicalismo local: Gustavo Santillán. El movimiento tuvo rédito: se lograron aplacar la interna que la UCR buscaba montar y Santillán tuvo premio: asumirá en breve la Secretaría de Seguridad.

No obstante, off the record, hoy por hoy la representación de 3  voluntades atañe a la UCR  y la calentura política no cesa. Aunque los legisladores radicales por la cuarta sección electoral intenten ordenar a los concejales pidiéndoles que jueguen "orgánicamente", el “acompañamiento" del cual goza Campana tiene carácter de "momentaneo".

EL FUEGO PRO COMO FUERZA DE RIGOR

A la renuncia de Martín Micucci al frente de Seguridad se le tiene que sumar un aliciente: vuelve al Concejo y le saca el lugar a un alumno aplicado del campanismo: Sebastián Cerrajería.

Con un concejo minado, el comportamiento de Micucci es imprevisible y podría sumarle un nuevo dolor de cabeza a Campana.

En paralelo, la limada pública a la imagen del intendente local corre por cuenta de Horacio Lorenzo, ex candidato a intendente dentro de la interna Cambiemos por el PRO y máximo referente del macrismo en esa ciudad.

De profesión abogado, Lorenzo ha sabido donde pegar con lanzas certeras, le trabajó el mentón gestionando la reparación de la Ruta 33 desde esa ciudad a Rufino y lo rigoreó pidiéndole que “se ponga los pantalones largos”.

Hace días, presentó una propuesta para palear la difícil situación que se está viviendo en los caminos rurales y en particular en la conexión vial con Santa Regina: plantear la creación de organismos descentralizados que se encarguen de la problemática.

LA REPETICION DEL ERROR COMO CONDUCTA PERMANENTE

Si la ausencia en el episodio que a mediados de febrero se tradujo en la represión de los vecinos de Villa Sauze fue paradigmática, la de ayer no fue menos.

Algo de eso podría haberse pensado que había corregido, cuando tiempo después enfrentó una revuelta popular en el medio de la plaza de Banderaló. No obstante, Campana incurre en el mismo error y la presencia de los concejales, propios y ajenos, lejos de apaciguar las pretensiones populares, deja expuesto mucho más la carencia.

"La gente me solicita presencia en la calle y yo lo tengo que revertir”, había confesado Campana en la última conferencia de prensa con los medios locales. No obstante, ayer volvió a cometer el mismo error: mientras los ediles redactaban el petitorio para entregárselo hoy a Vidal en General Pinto, Campana rosqueaba con Sergio Buil y compañía por un bloque regional.

Marcelo Tau (FPV), quien ordenó las ideas de la gente fue claro: “lo que más se solicitó fue la presencia de algún miembro del Ejecutivo para que den explicaciones a los vecinos”.

URGENCIA, CONTINGENCIA Y EL DESMANEJO DE LOS DESBORDES SOCIALES QUE SON AJENOS A LOS TARIFAZOS

A no ser que Campana saque un as bajo la manga que mañana diga lo contrario, a priori, el brillo de su ausencia ayer en Santa Regina fue un error táctico y estratégico que solo puede leerse de una manera: falta de criterio para establecer prioridades y poner lo urgente por encima de lo contingente.

Si a todas las variables anteriores, se le suman otras a modo de subtítulo, entre las que se pueden encontrar la debilidad de tener que explicar supuestas renuncias y volantazos en su gabinete y la falta de muñeca política para evitar peleas internas que trasciendan en filtraciones que muestren desacoples en el funcionamiento de un equipo de trabajo, a corto y mediano plazo, el villeguense -mucho más que anuncios rimbombantes como el gasoducto que está por venir- necesitará cambiar realidades.

Como contrapartida, secándose al sol, se reducen dos argumentos: los comodines de “la  pesada herencia” y el “reacomodamiento necesario de las formas en que se hacían las cosas dentro de la función pública” tienen fecha de vencimiento.

Del otro lado del mostrador no están ni Macri, ni Vidal, ni un escenario macro donde descansar responsabilidades. Del otro lado está la gente que se manifiesta en las calles y no por los tarifazos de luz y gas, sino por problemas locales que modifican su vida diaria: el libre tránsito de un pueblo a otro.

“Más aislados que nosotros, parece que está Campana”, se escucho decir a un manifestante autoconvocado ayer. Ahí tenes una señal que hay que saber leer a tiempo. La jerga no perdona: a 8 meses de un mandato nada bueno puede traer aparejado saber que son las doce y “el pescado está sin vender”.