El Gobierno de Javier Milei apunta todos los cañones a los municipios. La última embestida tuvo que ver con el ataque al cobro de tasas que realizan los gobiernos locales. Al no ser un impuesto, las tasas deben ofrecer una contraprestación de servicios. Los libertarios aseguran que los intendentes golpean los bolsillos de los contribuyentes.

Desde la Cuarta, los intendentes radicales le respondieron al gobierno libertario al señalar que el impacto de las tasas en el total de la recaudación es ínfimo en comparación con lo que recauda la Nación. 

Por su parte, el jefe comunal de General Viamonte, Franco Flexas, sostuvo que “deberían coparticiparse las retenciones”, dado que “de nuestros municipios sale muchísima plata y no vuelve”.

Por caso, el dirigente boina blanca elaboró un documento en el que da cuenta que la tasa vial representa el 0,19 por ciento de la riqueza que genera el distrito, mientras que el impuesto inmobiliario que cobra la Provincia es del 0,54 por ciento y las retenciones el restante 99,26 por ciento.

Por su parte, el intendente de Lincoln, Salvador Serenal, coincidió en que “las tasas en un distrito son un porcentaje mínimo de lo que genera; todo lo que se genera en lo que produce se va a Nación”.

Según marcó Serenal a Página 12, hay una “campaña contra los municipios” por parte de la administración nacional y evaluó que “lo que debe hacer el Gobierno es bajar las retenciones o cambiar el tipo de cambio, que hoy el campo lo está sufriendo porque bajó mucho la rentabilidad”.

Asimismo, exigió “que cumpla lo que dijo en campaña” y “que baje las retenciones, que son muchos millones y millones de dólares que no lo distribuye después, porque a nosotros el año pasado no nos llegó ningún tipo de partida y por lo que vemos este año tampoco”.