El intendente de Lincoln, Salvador Serenal, avanza con su proyecto para la construcción del edificio del Concejo Deliberante en un predio donde en la actualidad se encuentra la plaza del barrio Obrero de la localidad. La iniciativa oficial tiene un fuerte rechazo vecinal.

Serenal presentó días atrás un proyecto audiovisual sobre cómo será la obra que se levantará para la que el municipio llamó a un concurso. El acto contó con más funcionarios que vecinos. Solo asistieron dos representantes del barrio, según señala La Posta.

Durante el evento, la arquitecta Alejandra Martignoni y su equipo de trabajo, responsables del proyecto ganador, presentaron los lineamientos del proyecto que tiene un costo de más de 400.000 dólares. La profesional dijo que se busca conectar el espacio verde de forma “armónica” con el edificio.

Entre los aplausos de los funcionarios y concejales, Serenal no dejó de pasar por alto la situación. “Agradezco a los vecinos que vinieron hoy, al igual que lo habían hecho en la última reunión en el barrio. Me hubiese gustado que estuvieran todos para continuar debatiendo, porque los que me conocen saben que me gusta decir las cosas de frente y no detrás de un papel o de una computadora”, apuntó.

En ese sentido, Serenal pidió que los vecinos participen del registro de oposiciones, según la ordenanza 165/73.  El artículo 21 fija que antes de una licitación, el municipio abrirá durante diez días hábiles un registro. Si los rechazos, no superan el 30% de los beneficiarios de la obra, se avanzará con los trámites respectivos.

“Entiendo que el ser humano, ante el cambio, a veces se resiste, pero hay caminos legales a seguir previos a la apertura de la licitación para la construcción del edificio”, recalcó el alcalde. El registro estará  abierto a todos los habitantes de Lincoln.

“Quiero manifestarles a todos, vecinos y concejales, que tenemos la herramienta legal, el registro de oposiciones, que permite garantizar una participación ciudadana justa, como nunca se había dado, y que respeta a los vecinos. Acá, nadie quiere imponer nada; no somos dueños de la cosa pública y tampoco el barrio es dueño de la plaza”, afirmó.