Juega en el medio

  • Sección Nacion
  • 07 de dic de 2015 - 09:47

A días de terminar su mandato bonaerense, Daniel Scioli volverá a las bases del peronismo para hacer lo que más sabe hacer: equilibrio. En una entrevista para el diario Perfil, brindó detalles del Scioli que viene: "para 2016 tengo una gran capacidad de adaptación", aseguró. ¿Cuál será su rol de ahora en adelante?

No le cierra las puertas a nadie. Daniel Scioli brindó una entrevista ayer para Perfil y aseguró que el escenario del peronismo actual es plausible de sufrir modificaciones: "El hecho de que hoy un dirigente no esté, no significa que no vaya a estar. Hay un gran espíritu de todos los gobernadores de replantear las cosas. Hay algo que tiene que estar por arriba de cualquier disputa personal y debemos comenzar a discutir las diferencias democráticamente, integrando a todos los otros sectores”.

El gobernador bonaerense -que en pocos días deja el poder- manifestó que el gran desafío es unir a todos: "Las diferencias se deben disputar internamente y las resolveremos de manera democrática", aseguró el mandatario. 

Scioli, junto a CFK, son los principales actores del peronismo que viene. En tercer lugar, asoma Juan Manuel Urubey, el gobernador salteño que empezó a mostrarse con un perfil más alto y en diversas recorridas por algunas ciudades bonaerenses. 

En este sentido, el PJ le dará estructura y liderazgos a diferentes actores y Scioli adelantó cuál podría ser su rol en el armado del PJ que viene: “Creo que me van a promover como presidente honorario. Pero más allá del título, mi compromiso, como último militante o como último vocal suplente es el mismo”.

Vilipendiado por muchos de los que después terminaron acompañando su gestión (Urribarri y Domínguez, los casos más notorios), Scioli se ancla en un principio peronista que a juzgar por su comprotamiento no solo son la base de su estructura partidaria, sino también de sus movimientos políticos: "Primero la Patria, después el Movimiento y luego los hombres".

Haciendo un poco de memoria, en la previa de las elecciones legislativas del 2013, Scioli disipó dudas sobre su acompañamiento trazando una metáfora maternal “Con el modelo se está o no se está: una mujer no puede estar medio embarazada" disparó de cara a las PASO de ese año. Una actitud similar ?“y más jugada aun- tuvo en el 2009 cuando acompañó la jugada diagramada por Néstor Kirchner, vulgarmente conocida como “candidaturas testimoniales”. Incluso en aquel entonces, Daniel Filmus -que no tiene cuestionamientos de ésta índole- se negó rotundamente a formar parte de la estrategia. 

Ahora bien, ese tipo de actitudes leales también eran posibles por su posición dentro de aquellos contextos: en ninguno de las dos elecciones de medio término que aquí se citan Scioli fue el encargado de dirigir la batuta del armado nacional. 

De cara al peronismo que viene Scioli ya avisó que no se piensa quedar quieto: "La gente me va a conocer más en las situaciones despojadas de todo tipo de interés de por medio, es ahí en donde se ponen a prueba los verdaderos vínculos". Y agregó: "Para 2016 tengo una gran capacidad de adaptación. El 11 de diciembre me levanto a las 7, me pongo el traje y arranco para algún lugar”.

Con las primeras rupturas a la vuelta de la esquina (en el senado bonaerense el bloque FPV/PJ ya se fracturó en dos) Scioli vuelve a ponerse la camiseta de articulador pleno. Se sabe que va a jugar en el medio, pero no cuál será su posición. Como adicto al fútbol lo sabe mejor que nadie: no es lo mismo ser un volante de contención que uno creativo.

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