Siempre fui coherente y responsable con mis opiniones públicas.

Cuando se encendieron las primeras alarmas en el Partido de Rivadavia sobre el ingreso de agua manifesté mi preocupación sobre la situación pidiéndole, tanto al gobierno provincial como municipal, acciones concretas para paliar la emergencia.

Pasaron más de 4 meses de aquella situación y el agua sigue ingresando tenazmente a todo el Partido de Rivadavia. En este tiempo tuve que soportar que los adulalores y fanáticos del gobierno actual me acusaran de irresponsable, demagogo, de impartir miedo a la comunidad y de hacer política con una problemática tan grave. La única verdad es la realidad y este tiempo ha confirmado que no estaba tan equivocado.

El agua sigue ingresando, la Provincia de Buenos Aires no ha dado ningún tipo de respuestas y el silencio del gobierno municipal ya aturde. Estoy convencido que si el gobierno provincial y nacional hubieran sido de otro signo político desde el Municipio no se dejaria ni un segundo de reclamar soluciones inmediatas y urgentes para Rivadavia. Pero resulta que para el Municipio es más importante defender los interés de CAMBIEMOS que el de todos los habitantes de Rivadavia.

La inundación silenciosa sigue avanzando, cientos de hectáreas bajo agua, productores que hacen lo imposible para sacar la producción, caminos cortados y anegados, trabajadores que día a día ven peligrar sus fuentes laborales.

Este complejo cuadro hídrico, económico y social se agrava permanente. A la angustiosa situación económica que padecemos los Argentinos se le sumarán las consecuencias que trae el agua y el día después cuando el agua se vaya y queden tambos cerrados y campos sin producir. 

Nunca menti y no lo haría jamás, cómo ciudadano de mi querido Partido de Rivadavia le pido a las autoridades responsables respuestas concretas en el corto, mediado y largo plazo. Nos esperan las lluvias de la primavera con un distrito lleno de agua, Que vamos hacer? Cuál es el plan?

Unidos como pueblo debemos pedirle a nuestras autoridades previsibilidad y acciones concretas. Basta de improvisaciones y malos manejos.