En una especie de justicia poética, el peronismo casarense le sacó ganancia al proyecto de rechazo del DNU de Javier Milei que logró aprobar en el recinto. 

Es que además de obtener el visto bueno y su posterior elevación a las cámaras de senadores y diputados bonaerense, logró profundizar los rencores y pases de factura que ya existián entre las bancas libertarias, del vecinalismo y la del PRO.

Todo comenzó a gestarse días anteriores cuando el intendente local, Daniel Stadnik, secundado por la presidenta del HCD, Ana Laffont, reunieron a la tropa propia para bajar línea en torno a la jugada legislativa.

Así las cosas, el proyecto de Resolución que expresaba el rechazo al DNU fue tratatado ayer por la noche y generó un debate que dejó aun más expuesta las insalvables diferencias que existen entre la oposición local.

Una vez más libertarios, vecinalistas y amarillos tuvieron posturas enfrentadas pero lo llamativo es que también se vio la fragmentación interna que los mileistas tienen al propiciarse un cruce entre dos de sus referentes.

En concreto, José Luís Ledesma del bloque Avanza Libertad, fue el único edil que decidió morir con las botas puestas ya que todos los demás se tomaron el palo. Esta situación no fue pasada por alto por el propio concejal que les demandó que estén a la altura de la tarea legislativa para la cual fueron elegidos.

¿Quienes se ausentaron?  Por el lado de los libertarios Franco Cruseño (que integra el bloque La Libertad Avanza), por el lado de los amarillos Fabián Perelló y Andrés Aguirrezabala a los que se les sumaron los del vecinalismo de Unidos por Casares: Pedro Barrios e Itatí Escobar. 

"Este grupo representa el sector más conservador, abyecto y poco comprometido con el diálogo constructivo en nuestra sociedad casarense. Algunos de ellos, a mi parecer, ni siquiera deberían ocupar un asiento en este recinto", señaló Ledesma.

Pero no contento con eso, decidió agregar que "es evidente la falta de coraje para discutir y plantear ideas. Parecen estar aquí solo para defender intereses corporativos, asegurando que no haya aumentos en las tasas de sus actividades, en detrimento de los verdaderos debates que importan a nuestra comunidad".

Por el lado del peronismo, la concejala Luisina Delponte, también hizo referencia a este tema: "Estamos preocupados y creemos que este recinto es el espacio propicio para el debate. Lamento que, de una sesión a otra y con apenas 10 minutos de diferencia, haya concejales que hayan optado por retirarse sin llevar a cabo el debate necesario".

"No estamos frente a medidas menores; son decisiones que afectan a todos. Como representantes de los vecinos y vecinas, debemos expresar nuestra opinión en este contexto y en este recinto, como corresponde", agregó.

En esa ensalada, el massismo también aprovechó para meter la cuchara. La edil Mariana Nuñez pidió "honrar la democracia" y agregó: "La nueva política, supuestamente llegó para renovar este espacio, pero en la primera oportunidad, algunos salen huyendo cuando se requiere un debate político".

"Existe un profundo compromiso para cuestionar el aumento de tasas municipales, pero sorprende la falta de voces a la hora de debatir el DNU que duplica el precio de la nafta o multiplica el costo de la electricidad. ¿No afecta eso la capacidad del contribuyente?", finalizó.