El PRO vive por estos días momentos de definiciones en torno a lo que será el armado electoral para las futuras contiendas, tanto en 2021 como en 2023. Al herido liderazgo de Mauricio Macri se suma la ambición del Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, las intenciones de retorno de la exgobernadora María Eugenia Vidal y el reclamo de renovación por parte de las bases. 

En ese escenario, la provincia de Buenos Aires es un territorio en disputa. Allí, uno de los conductores amarillos es el intendente de Vicente López, Jorge Macri, que comanda junto a un grupo de intendente el Grupo Dorrego. Del otro lado, se ubican Larreta y su hombre para comandar tierras bonarenses, el vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli.

La misión de los integrantes del Dorrego es evitar una "porteñización" de la política bonarense, con el arribo de Santilli como candidato y, con él, numerosos dirigentes de la CABA. Entre los que cuentan con esa premisa se encuentran los intendentes de Junín, Pablo Petrecca, y de Nueve de Julio, Mariano Barroso, que integran la mesa chica del intendente Macri.

En ese plan, tanto Barroso como Petrecca buscarán hacerse fuertes y evitar posibles armados paralelos, así como también se sumarán a la campaña de sumatoria de afiliados, herramienta mediante la cuál intentarán hacerle frente a Larreta y sus planes de dominar la provincia, para terminar de catapultar su candidatura a la Nación en 2023.