"¿Qué diferencia tiene esto con los bolsos de López o la obra pública de Lázaro Báez? Ninguna"

  • Sección Yo opino
  • 17 de feb de 2017 - 10:17

El concejal del Frente Renovador de Rivadavia salió al cruce del gobierno de Cambiemos luego de los anuncios de ayer. Para Policano, bajo la metodología del ensayo-error lo que hace el gobierno es tirarse un lance con medidas antipopulares y si el pueblo no se queja, pasa.

Durante el año 2016 los argentinos sufrimos devaluación, ajustes tarifarios, pérdida de empleos, disminución del poder adquisitivo de la gente, retracción de la economía, inflación del 46 %. Importó más los números que las personas.

A juzgar por lo que va de este 2017, todo parece encaminarse por el mismo camino, y aún peor.

Muchos argentinos, entre los cuales me incluyo, aún no sintiendo en lo más mínimo como propio la esencia del proyecto político que se nos ofrecía, en el ballotage votamos por un “cambio”. Pero ese cambio no llegó y lo que es más triste pensar, quizás ese cambio nunca llegará, al menos con este gobierno.

Nos estamos dando cuenta que este gobierno es más de lo mismo. De “guantes blancos”, pero iguales, “más de lo mismo”.  Panamá Papers, deuda del Correo Argentino, favores a familiares y amigos, favores a grandes empresas y grupos empresarios. ¿Qué diferencia tiene esto con los bolsos de López o la obra pública de Lázaro Báez? Ninguna. Todo es corrupción. De un lado y del otro.

Y en el medio quedamos nosotros, el pueblo trabajador, la gente común, la gran mayoría de las familias y los habitantes de nuestro país. Desilusionados, tristes, nos sentimos defraudados, engañados.

Porque sabemos que la corrupción mata. Pero mata en la tragedia de Once, en las rutas destruidas de nuestro país (la 33, la 70); pero también mata en la concentración de la riqueza, en los pocos que tienen mucho haciendo que haya muchos que tienen cada vez “más poco”. La corrupción también mata en el egoísmo y en la avaricia. La corrupción mata en la desnutrición de nuestros niños y en las familias que con su salario no llegan a fin de mes y no pueden llevar adelante una vida digna y feliz.

No hay ninguna diferencia. Sólo no han cambiado los actores. Por eso estamos mal.

Porque los salarios y las jubilaciones no son un gasto. Porque los salarios de los trabajadores y las jubilaciones no pueden ser la variable de ajuste de un gobierno que favorece con sus medidas económicas a los grandes empresarios y grupos económicos concentrados y deja de lado a la gente común y trabajadora. La gente de a pie, la de todos los días, la que tiene que hacer las compras todos los días y tratar de llegar a fin de mes.

Este gobierno condona una deuda multimillonaria que el padre del presidente tiene con el Estado argentino y luego te dice que fue un error, va y vuelve, avanza y retrocede. Este gobierno se tira un lance y si pasa, pasa. Es el mismo gobierno que no puede mantener los subsidios de servicios a las PyMEs, a los trabajadores y a la gran mayoría de las familias argentinas. ¿Hay plata para una cosa y para la otra no?

Sabemos que el rol más importante que tiene el Estado es el de distribuir el ingreso en forma equitativa entre todos los habitantes, pero parece que este gobierno sólo mira a los grupos de poder y a los grandes grupos que tienen concentrada nuestra economía. Este gobierno parece olvidarse del común de la gente, de la gran mayoría que los votó esperando un “cambio”, y ese cambio nunca llegó.

Ya llevan más de un año gobernando y la gente está mal. Sólo se ven beneficiados los poderosos, los que más tienen y más quieren tener. Y los trabajadores, la gente común y los más humildes siguen penando. Aguardando un “derrame” que nunca llega ni llegará.

Lamentablemente este gobierno no parece ser “del pueblo y para el pueblo”. De eso sólo tiene que fue elegido legítimamente por el voto popular. Pero nos estamos dando cuenta que es un gobierno de “ellos y para ellos”. Nos han engañado una vez más.

Pero a pesar de esto, tenemos una firme esperanza en que nuestro desarrollo como país y sociedad lo vamos a lograr en democracia. Y tenemos lo más importante para nosotros como pueblo, que es el voto soberano y popular.

Este año elegiremos nuevas autoridades. Y en dos años más elegiremos nuevo presidente. Ruego a Dios que ahora sí, votemos por el “cambio”. Que no nos engañen más.

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