El hombre de Chacabuco se preguntó que sería de la vida del peronismo sin Cristina. Se arma un frente con "todos adentro" y "encolumnados", el mayor temor que tiene el Macrismo comenzó a mostrar signos de vitalidad.
El peronismo se activó. Fiel a su tradición comienza a unificarse y ordenarse de cara a las elecciones 2017. Pero además observa el desastre económico de las políticas de Mauricio Macri y rápidamente busca la unidad y ser la primera fuerza política en la provincia de Buenos Aires.
El peronismo es la oposición más firme y tanto Cambiemos como el Frente Renovador se dividen los votos.
El fin de semana, hubo una reunión de la mesa del partido. Los presentes estuvieron de acuerdo en avanzar en la unidad y en la formación de un gran frente nacional. En la charla se filtró el rol de Cristina Kirchner, quien por ahora no afirmó publicamente si será candidata o no en las proximas elecciones. Cuentan que Julián Dominguez, que hasta hace un tiempo coqueteó con Randazzo, afirmó que: “Dejémonos de joder. Si Cristina no es candidata qué hacemos”, alusión que es la figura que más mide en la provincia. Una posición similar tienen los intendentes que viajaron con la ex presidenta a San Pablo: el olfato de los jefes comunales es que Cristina jugará y será la gran ordenadora hacia abajo.
El próximo 29 de diciembre se realizará un Congreso del PJ bonaerense en el Polideportivo Alberto Balestrini de La Matanza donde se ampliará la lista de apoderados con dos por la Primera, dos por la Tercera y otros dos por el Interior más la creación de una Mesa de Acción Política que será integrada por todos los sectores de la política bonaerense: PJ, intendentes del conurbano e interior, La Cámpora, Movimiento Evita, gente de Scioli, de Randazzo, nadie quedará afuera.
La idea principal es conformar un frente opositor fuerte, donde se sumen todos los sectores, permitiéndole a los intendentes que elijan sus candidatos locales y negociar ampliamente las listas de legisladores provinciales y nacionales. Esta vez La Cámpora ya no opinará en lo territorial, sino que será parte de la discusión amplia del Frente Nacional.
La idea de la ex presidenta es sumar a todos, desde Scioli a Randazzo. El Flaco sabe que su imagen es buena pero no mide, incluso no le ganaría una interna a Daniel Scioli, que mantiene un fuerte apoyo interno de la militancia, mucho más desde que junto a Cristina se convirtió en uno de los políticos más atacados por el macrismo, el partido Judicial y los medios hegemónicos. “Le pasa lo mismo que ha Cristina, cuando más lo atacan más se fortalece en la interna”, dice un referente de ese sector.
La idea que es que Randazzo y Scioli encabecen la lista, uno al Senado y otro a Diputados. Lo que no habrá es interna, luego de la desastrosa experiencia de Aníbal Fernández y Julián Domínguez.