Así se desprende de un informe elaborado por el Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación. Como víctimas colaterales, 156 niños se quedaron sin sus madres en todo el país.
A lo largo de 2018, se cometieron 102 crímenes contra mujeres en la provincia de Buenos Aires. La jurisdicción bonaerense es la más violenta del país si se tiene en cuenta que hubo 281 casos en ese mismo período en todo el país.
De los casos bonaerenses, cuatro sucedieron en el ámbito de la Cuarta Sección. Dos en Junín, uno en Chacabuco y otro en General Arenales. Así se desprende de un informe elaborado por el Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación.
En Junín, ocurrieron dos casos que generaron conmoción. Camila Borda, de 11 años, fue violada y asesinada el 25 de febrero. Por el hecho, fue condenado a reclusión perpetua, José Carlos Varela. También, la docente Ana Carina Simeón perdió la vida el 3 de octubre a manos de su esposo, quien luego se suicidó.
De los 102 casos bonaerenses, 53 tuvieron lugar en la zona del conurbano Sur, 32 en la zona oeste, que abarca desde Chacabuco hasta la Matanza, y 17 en la zona norte, señala el informe, al que accedió Cuestión Política.
Mientras en Buenos Aires ocurrieron más de un centenar de casos, en el resto de los distritos la cantidad de hechos no supera los 30. Detrás de Buenos Aires, aparecen Córdoba y Santa Fe con 23 casos cada una; Tucumán con 17 casos confirmados, Mendoza con 16 y Chaco con 15.
El 17,4% de las víctimas fueron menores de 18 años; el 28,8% de entre 19 a 30 años, el 31,7% corresponde a víctimas de entre 31 a 50 años y el 21,0% de las víctimas tenía más de 50 años.. Dentro del rango de víctimas menores de 18 años, se destacan 27 casos de niñas menores de 12 años.
El trabajo contiene el total de casos relevados de asesinatos a mujeres (niñas, adolescentes y/o adultas), personas Trans, perpetrados por hombres por razones asociadas con su género, caratuladas como femicidio, muerte dudosa bajo sospecha de femicidio, incluye los casos de femicidios vinculados, todos ellos en un contexto de violencia extrema hacia la mujer.
En cuanto a las víctimas colaterales, 156 niños quedaron sin sus madres, muchos de ellos fueron testigos del femicidio y, en algunos casos, fueron sus propios padres quienes cometieron los crímenes. Asimismo, se pudo comprobar que 8 mujeres fueron asesinadas estando embarazadas.