Luego del resultado electoral que marcó un escenario de paridad en la Provincia de Buenos Aires para el oficialismo, y modificó los números en las Cámaras provinciales, se volvió a instalar la discusión en torno a la ley sancionada en 2016, que prohíbe la reelección indefinida de Intendentes y deja a un número importante de Jefes comunales sin posibilidad de presentarse en 2023. 

Según trascendió, los intendentes del PJ bonaerense empiezan a pujar internamente dentro del Frente de Todos para quedar habilitados para ir por un nuevo mandato en 2023, con el aval del Presidente Alberto Fernández y el guiño del gobernador Axel Kicillof. Lo hacen empoderados por el rol activo que tuvieron en la segunda parte de la campaña, que posibilitó la remontada. 

La intención del oficialismo no es derogar la Ley, que implicaría un alto costo político, sino cambiar la interpretación respecto a la entrada en vigencia de la norma, para que se considere que el primer mandato al que accedieron fue en 2019, cuando ocurrió la primera elección desde la sanción de la norma.

En la Cuarta se verían beneficiados el intendente de General Villegas, Eduardo Campana; Calixto Tellechea en Florentino Ameghino; Víctor Aiola en Chacabuco; Mariano Barroso en 9 de Julio; Javier Reynoso en Rivadavia; Miguel Fernández en Trenque Lauquen; Vicente Gatica en Bragado; Salvador Serenal en Lincoln; Franco Flexas en General Viamonte; y de Pablo Petrecca en Junín. Todos ellos, representantes de Juntos. 

La jugada sería posible impugnando ante la Justicia el artículo 7 de la ley, que fija que el mandato que cumplían los intendentes, diputados provinciales, concejales y consejeros escolares "al momento de entrada en vigencia" de la norma "será considerado como primer período".