El intendente de Ameghino, Calixto Tellechea (Cambiemos) es el primer "no peronista" en llevar las riendas del Ejecutivo local. Asegura que en su ciudad la gente eligió el cambio porque "no quería sentirse perseguida". Le reconoce a Patricio García el trabajo de pregonar para que haya quórum en el tratamiento del presupuesto bonaerense, pero sostiene que es un error que después de 24 años de justicialismo local, en su ciudad exista una "situación social compleja".
Alfonsinista full time, el intendente de Ameghino, Calixto Tellechea, se fundió al calor de la militancia setentista cuando en sus años de estudiante -allá por 1970- sólo se hablaba de una cosa en cualquier reunión social: política.
Nacido y criado en casa de radicales, en el año 1982 estuvo al frente del Comité Radical, fue dos veces concejal en Ameghino y el 25 de octubre del 2015 -finalmente- le llegó la hora: fue elegido intendente de su ciudad.
Calixto Tellechea es veterinario, mide poco más de 1,90, usa sombrero a la vieja usanza y mocasines sin medias. Con 63 años, es el segundo de cinco hermanos, de los cuáles uno de ellos también se dedicó a la política y comparte profesión (Diego Tellechea, concejal y Presidente del bloque UCR en General Villegas).
En su despacho -una oficina modesta con un cuadro mediano que replica el Guernica de Picasso y cuatro portarretratos abocados a su familia- recibió a Cuestión Política y habló de la herencia justicialista a nivel local, su futuro político y de los errores y los aciertos de Cambiemos a nivel nacional, entre otras cosas.
Asegura que no tiene drama en tomarse un café con los hermanos García y considera que la decisión de Sanz de plegar la UCR al Pro fue un acierto, de lo contrario “ibamos a terminar como los socialistas cantando una zamba en un bar literario y perdiendo capacidad de poder”.
¿Cómo se metió en política?
Mi casa siempre fue una casa muy politizada. Me crié hablando de política. Somos todos de origen radical. Después, en la facultad nos tocaron años muy difíciles y politizados (70 y 71). En el 78 me vine a trabajar acá y en el 82 ya forme parte del Comité Radical. Mi referente político siempre fue Alfonsín, en las líneas internas me manejé muy cómodo con Casella y en la cuarta sección electoral con Figueras en Bragado.
No siempre busqué ser candidato salvo cuando me lo ofrecieron. Esta última vez había abandonado la práctica diaria en el comité y un grupo de gente joven me ofreció volver, acepté y ahí surgió la candidatura que me encantó y pudimos conformar un muy buen equipo con la gente de Cambiemos.
¿No tuvo ninguna rencilla entre las distintas fuerzas de Cambiemos a la hora de armar el gabinete?
No. Nuestra interna fue muy ordenada y logramos armar un gabinete por toda la gente de cada uno de los sectores. Lo hemos hablado varias veces, cada fuerza presentó sus propuestas para las distintas áreas, armonizamos criterios y estamos trabajando juntos de lo más bien.
Para un alfonsinista como usted, ¿qué significó que la UCR sellará un pacto con Macri?
Yo estuve de entrada con la posición de Sanz. Había que ampliar el partido. Cuando surgió la posibilidad de juntarnos con Macri en base a unas ideas centrales y puntuales me pareció muy bueno. Cerrarnos en el partido no era conveniente. En ese momento tenía miedo que de cerrar el partido nos quedemos como se quedaron los socialistas en su momento: tirando ideas en un bar literario o escribiendo una zamba para que la lean unos pocos y así perdes capacidad de poder. La posición de Sanz nos vino muy bien porque el partido se oxigenó completamente. Hubo nuevas intendencias. Hay cosas que pulir, pero hay que dejarlo andar. Vi todo ese trayecto muy positivo.
¿Tiene buen dialogo con Nación y Provincia?
Recién estamos dialogando. Con Nación no hemos hablado todavía. A nivel provincial tenemos pendiente varias reuniones con ministros. Solo hemos hablado con Alex Campbell de Asuntos Municipales, y la verdad es que nos atendió muy bien. Esta semana voy a ver si puedo hablar con la gente de Economía y de Seguridad.
¿Qué le gusta y qué no del gobierno de Macri?
Yo creo que hay demostraciones de fuerza por parte de Macri que se podrían haber hecho de otra manera: por ejemplo el nombramiento de los dos jueces para la Corte Suprema. No me gustó la forma, son excelentes profesionales pero hay formas y formas y el decreto no era una de ellas. Tampoco la cantidad de DNU que se están llevando a cabo, ni como se intervino el AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual), debió esperar para sacar a Sabbatella si no estaba conforme con que esté al frente de ese organismo. Después veo muy positivo el gabinete que ha armado, es muy honesto y hay una apertura al mundo que es destacable.
Hace poco más de un mes que empezó su gestión. Hasta hoy ¿qué balance hace?
Muy positivo. Se ha armado un equipo muy profesional. Se están arreglando maquinaria y comprando cosas que faltan. Estamos poniendo mucho énfasis en el tema de salud tanto sea en el hospital como en bromatología. Nuestro panorama al ingresar no fue distinto al que encontraron el resto de los compañeros que se hicieron cargo de otras ciudades, como el caso de General Villegas. Por ejemplo, hemos encontrado un municipio sin herramientas de trabajo.
¿Cuáles son sus metas de gobierno para el 2016?
Nosotros somos dependientes totalmente de lo que pasa arriba. Acá ya hemos empezado a hablar con varias empresas para trabajar juntos en varios temas, pero todo va a pasar a medida de que el país crezca y empiece a moverse. La inflación va a empezar a bajarse a un nivel normal. Nosotros tenemos la idea de hacer un Parque Industrial que en Ameghino no hay y tenemos la gran carencia de falta de gas natural.
Ameghino es un distrito nuevo para otra fuerza que no sea el PJ. De estos 24 años de gestión peronista, ¿con qué cosas continuaría y qué cosas cambiaría?
En estos 24 años hemos notado una gran obra pública que la vamos a continuar de acuerdo a lo que podamos gestionar. Eso sí, con algunos detalles en relación a la cuestión precio/calidad y a las deficiencias. Se han hecho muchas casas, cordón cuneta, se ha hecho el gas, un Parque Recreativo interesante. Lo que sí creo es que hay deficiencias que se podrían haber evitado como en el tema cloacas que en algún momento vamos a tener que hacerle un arreglo y eso nos va a costar un montón de plata ya que no responden como debería responder.
La parte negativa que nos encontramos es con una situación social muy compleja. La provincia de Buenos Aires desde el año 87 pertenece al PJ, la Nación en los últimos 12 años al FPV y sin embargo tenemos problemas sociales. Acá la municipalidad ayuda en el alquiler a 250 familias, ayuda en el pago de la luz a cerca de 500 familias y hay un apoyo nutricional a mas de mil familias. Después de todo este tiempo encontrar esta situación social en un distrito como Ameghino que tiene 10.000 habitantes es de terror.
De hecho, recién ahora estamos llevando adelante todas unas encuestas sociales caso por caso, no sé si el gobierno anterior no las tenía o tiró todo para que no podamos ver nada, pero lo estamos haciendo de nuevo y de cero y creo que esa es la forma.
Pensamos que hubo mal gasto en todos los sectores de la administración. Vamos a tener que hacer algunos ajustes que lamentablemente lo va a sufrir la gente. Hay compromisos que teníamos acordados con la gestión anterior que no se cumplieron, principalmente el nombramiento de empleados en el último mes.
Cuándo habla de ajuste, ¿a qué se refiere específicamente? ¿Va haber gente que quedará sin trabajo?
A recategorizaciones. Se nombraron cuarenta y pico jornalizados y contratados. Hasta el último día el intendente nos dijo que no había nombrado a nadie y de repente estas personas ya tienen otra expectativa y uno tiene que trabajar con eso. Hay mucha gente que está trabajando y nosotros no podemos aumentarles el sueldo. Tenemos 240 personas en planta permanente y cuando te nombrar 40 trabajadores, aunque sean jornalizados, te están aumentando casi el 20% del personal y eso te complica el tema cuentas. Yo creo que esa medida son para complicarnos a nosotros que somos nuevos, lamentablemente, a costa de darle una idea a la gente que no es la que corresponde. Jugando con las necesidades de la gente te quieren complicar a vos.
¿Por qué cree que la gente en Ameghino cambió después de tantos años de PJ?
Si bien en la cuarta sección electoral hubo una “ola amarilla”, acá por ahí costaba mucho más que esa “ola” surtiera efecto. Creo que a la gente no le alcanzaba ya la obra pública, la gente quería otro estado de ánimo, acá la gente estaba muy presionada, muy dependiente de los funcionarios y decidió cambiar de vida para no sentirse perseguida, para no sentir los males del populismo y del clientelismo. Nos dio el apoyo porque nosotros estamos convencidos de que la gente tiene que estar en su total libertad y si tiene que trabajar o recibir una casa o una ayuda social no es por el color político sino por la necesidad. Las necesidades no tienen color político. Nosotros no vamos a pedir nada a cambio.
¿Se tomaría un café con los García?
Por supuesto. Patricio está trabajando bien en el Senado. Cuando me tocó ganar a mí, me felicitó y después no nos vimos más pero creo que trabajó bien el tema presupuesto bonaerense porque fue uno de los primeros que pregonó dar quórum por el endeudamiento.
¿Cómo ve su futuro político?
Ni pienso en la reelección. Pienso que hay gente muy capacitada de todos los que estamos trabajando y militando. A ningún cuadro que surga dentro del partido se le va a pisar la cabeza, tienen que estar todos preparados para que le toque a cualquiera. Por mi parte, ni pienso en tener un cargo legislativo porque estoy totalmente enfrascado en hacer una buena gestión en estos cuatro años. Tenemos mucho trabajo para poder cambiar esta mentalidad y que el empleado público se dé cuenta que es empleado público y no empleado de un partido político o de un referente o puntero.
¿Qué cosas no perdona en política?
La deshonestidad. El país y la gente paga por eso y es tremendo lo que se pierde. Esa línea la tengo inamovible. Ya lo dije en la campaña y es a cumplir: al primer funcionario que vea que está presionando a alguien, ese funcionario deja el cargo.
Con 63 años, ¿qué cosas le sacó la política?
Me hubiese gustado tener más tiempo para mi familia.
¿Cómo le gustaría que lo recordaran cuando termine su gestión?
Como una buena persona, así de simple.
Nacido y criado en casa de radicales, en el año 1982 estuvo al frente del Comité Radical, fue dos veces concejal en Ameghino y el 25 de octubre del 2015 -finalmente- le llegó la hora: fue elegido intendente de su ciudad.
Calixto Tellechea es veterinario, mide poco más de 1,90, usa sombrero a la vieja usanza y mocasines sin medias. Con 63 años, es el segundo de cinco hermanos, de los cuáles uno de ellos también se dedicó a la política y comparte profesión (Diego Tellechea, concejal y Presidente del bloque UCR en General Villegas).
En su despacho -una oficina modesta con un cuadro mediano que replica el Guernica de Picasso y cuatro portarretratos abocados a su familia- recibió a Cuestión Política y habló de la herencia justicialista a nivel local, su futuro político y de los errores y los aciertos de Cambiemos a nivel nacional, entre otras cosas.
Asegura que no tiene drama en tomarse un café con los hermanos García y considera que la decisión de Sanz de plegar la UCR al Pro fue un acierto, de lo contrario “ibamos a terminar como los socialistas cantando una zamba en un bar literario y perdiendo capacidad de poder”.
¿Cómo se metió en política?
Mi casa siempre fue una casa muy politizada. Me crié hablando de política. Somos todos de origen radical. Después, en la facultad nos tocaron años muy difíciles y politizados (70 y 71). En el 78 me vine a trabajar acá y en el 82 ya forme parte del Comité Radical. Mi referente político siempre fue Alfonsín, en las líneas internas me manejé muy cómodo con Casella y en la cuarta sección electoral con Figueras en Bragado.
No siempre busqué ser candidato salvo cuando me lo ofrecieron. Esta última vez había abandonado la práctica diaria en el comité y un grupo de gente joven me ofreció volver, acepté y ahí surgió la candidatura que me encantó y pudimos conformar un muy buen equipo con la gente de Cambiemos.
¿No tuvo ninguna rencilla entre las distintas fuerzas de Cambiemos a la hora de armar el gabinete?
No. Nuestra interna fue muy ordenada y logramos armar un gabinete por toda la gente de cada uno de los sectores. Lo hemos hablado varias veces, cada fuerza presentó sus propuestas para las distintas áreas, armonizamos criterios y estamos trabajando juntos de lo más bien.
Para un alfonsinista como usted, ¿qué significó que la UCR sellará un pacto con Macri?
Yo estuve de entrada con la posición de Sanz. Había que ampliar el partido. Cuando surgió la posibilidad de juntarnos con Macri en base a unas ideas centrales y puntuales me pareció muy bueno. Cerrarnos en el partido no era conveniente. En ese momento tenía miedo que de cerrar el partido nos quedemos como se quedaron los socialistas en su momento: tirando ideas en un bar literario o escribiendo una zamba para que la lean unos pocos y así perdes capacidad de poder. La posición de Sanz nos vino muy bien porque el partido se oxigenó completamente. Hubo nuevas intendencias. Hay cosas que pulir, pero hay que dejarlo andar. Vi todo ese trayecto muy positivo.
¿Tiene buen dialogo con Nación y Provincia?
Recién estamos dialogando. Con Nación no hemos hablado todavía. A nivel provincial tenemos pendiente varias reuniones con ministros. Solo hemos hablado con Alex Campbell de Asuntos Municipales, y la verdad es que nos atendió muy bien. Esta semana voy a ver si puedo hablar con la gente de Economía y de Seguridad.
¿Qué le gusta y qué no del gobierno de Macri?
Yo creo que hay demostraciones de fuerza por parte de Macri que se podrían haber hecho de otra manera: por ejemplo el nombramiento de los dos jueces para la Corte Suprema. No me gustó la forma, son excelentes profesionales pero hay formas y formas y el decreto no era una de ellas. Tampoco la cantidad de DNU que se están llevando a cabo, ni como se intervino el AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual), debió esperar para sacar a Sabbatella si no estaba conforme con que esté al frente de ese organismo. Después veo muy positivo el gabinete que ha armado, es muy honesto y hay una apertura al mundo que es destacable.
Hace poco más de un mes que empezó su gestión. Hasta hoy ¿qué balance hace?
Muy positivo. Se ha armado un equipo muy profesional. Se están arreglando maquinaria y comprando cosas que faltan. Estamos poniendo mucho énfasis en el tema de salud tanto sea en el hospital como en bromatología. Nuestro panorama al ingresar no fue distinto al que encontraron el resto de los compañeros que se hicieron cargo de otras ciudades, como el caso de General Villegas. Por ejemplo, hemos encontrado un municipio sin herramientas de trabajo.
¿Cuáles son sus metas de gobierno para el 2016?
Nosotros somos dependientes totalmente de lo que pasa arriba. Acá ya hemos empezado a hablar con varias empresas para trabajar juntos en varios temas, pero todo va a pasar a medida de que el país crezca y empiece a moverse. La inflación va a empezar a bajarse a un nivel normal. Nosotros tenemos la idea de hacer un Parque Industrial que en Ameghino no hay y tenemos la gran carencia de falta de gas natural.
Ameghino es un distrito nuevo para otra fuerza que no sea el PJ. De estos 24 años de gestión peronista, ¿con qué cosas continuaría y qué cosas cambiaría?
En estos 24 años hemos notado una gran obra pública que la vamos a continuar de acuerdo a lo que podamos gestionar. Eso sí, con algunos detalles en relación a la cuestión precio/calidad y a las deficiencias. Se han hecho muchas casas, cordón cuneta, se ha hecho el gas, un Parque Recreativo interesante. Lo que sí creo es que hay deficiencias que se podrían haber evitado como en el tema cloacas que en algún momento vamos a tener que hacerle un arreglo y eso nos va a costar un montón de plata ya que no responden como debería responder.
La parte negativa que nos encontramos es con una situación social muy compleja. La provincia de Buenos Aires desde el año 87 pertenece al PJ, la Nación en los últimos 12 años al FPV y sin embargo tenemos problemas sociales. Acá la municipalidad ayuda en el alquiler a 250 familias, ayuda en el pago de la luz a cerca de 500 familias y hay un apoyo nutricional a mas de mil familias. Después de todo este tiempo encontrar esta situación social en un distrito como Ameghino que tiene 10.000 habitantes es de terror.
De hecho, recién ahora estamos llevando adelante todas unas encuestas sociales caso por caso, no sé si el gobierno anterior no las tenía o tiró todo para que no podamos ver nada, pero lo estamos haciendo de nuevo y de cero y creo que esa es la forma.
Pensamos que hubo mal gasto en todos los sectores de la administración. Vamos a tener que hacer algunos ajustes que lamentablemente lo va a sufrir la gente. Hay compromisos que teníamos acordados con la gestión anterior que no se cumplieron, principalmente el nombramiento de empleados en el último mes.
Cuándo habla de ajuste, ¿a qué se refiere específicamente? ¿Va haber gente que quedará sin trabajo?
A recategorizaciones. Se nombraron cuarenta y pico jornalizados y contratados. Hasta el último día el intendente nos dijo que no había nombrado a nadie y de repente estas personas ya tienen otra expectativa y uno tiene que trabajar con eso. Hay mucha gente que está trabajando y nosotros no podemos aumentarles el sueldo. Tenemos 240 personas en planta permanente y cuando te nombrar 40 trabajadores, aunque sean jornalizados, te están aumentando casi el 20% del personal y eso te complica el tema cuentas. Yo creo que esa medida son para complicarnos a nosotros que somos nuevos, lamentablemente, a costa de darle una idea a la gente que no es la que corresponde. Jugando con las necesidades de la gente te quieren complicar a vos.
¿Por qué cree que la gente en Ameghino cambió después de tantos años de PJ?
Si bien en la cuarta sección electoral hubo una “ola amarilla”, acá por ahí costaba mucho más que esa “ola” surtiera efecto. Creo que a la gente no le alcanzaba ya la obra pública, la gente quería otro estado de ánimo, acá la gente estaba muy presionada, muy dependiente de los funcionarios y decidió cambiar de vida para no sentirse perseguida, para no sentir los males del populismo y del clientelismo. Nos dio el apoyo porque nosotros estamos convencidos de que la gente tiene que estar en su total libertad y si tiene que trabajar o recibir una casa o una ayuda social no es por el color político sino por la necesidad. Las necesidades no tienen color político. Nosotros no vamos a pedir nada a cambio.
¿Se tomaría un café con los García?
Por supuesto. Patricio está trabajando bien en el Senado. Cuando me tocó ganar a mí, me felicitó y después no nos vimos más pero creo que trabajó bien el tema presupuesto bonaerense porque fue uno de los primeros que pregonó dar quórum por el endeudamiento.
¿Cómo ve su futuro político?
Ni pienso en la reelección. Pienso que hay gente muy capacitada de todos los que estamos trabajando y militando. A ningún cuadro que surga dentro del partido se le va a pisar la cabeza, tienen que estar todos preparados para que le toque a cualquiera. Por mi parte, ni pienso en tener un cargo legislativo porque estoy totalmente enfrascado en hacer una buena gestión en estos cuatro años. Tenemos mucho trabajo para poder cambiar esta mentalidad y que el empleado público se dé cuenta que es empleado público y no empleado de un partido político o de un referente o puntero.
¿Qué cosas no perdona en política?
La deshonestidad. El país y la gente paga por eso y es tremendo lo que se pierde. Esa línea la tengo inamovible. Ya lo dije en la campaña y es a cumplir: al primer funcionario que vea que está presionando a alguien, ese funcionario deja el cargo.
Con 63 años, ¿qué cosas le sacó la política?
Me hubiese gustado tener más tiempo para mi familia.
¿Cómo le gustaría que lo recordaran cuando termine su gestión?
Como una buena persona, así de simple.