Según publica el Boletín Oficial a través del Decreto 252/15, Laura Alonso fue designada a cargo de la secretaría de Ética Pública y Lucha contra la Corrupción. Su nombramiento aumenta la polémica sobre las atribuciones que Mauricio Macri se atribuye desde que es el nuevo presidente de los argentinos ya que, según las declaraciones manifestadas en campaña por el propio presidente, se esperaba que el puesto de Alonso esté ocupado por alguien que no comulgue con el partido del oficialismo.
Con la firma del ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, el decreto establece que Alonso "cumple acabadamente con los requisitos para ser designada titular de la Oficina Anticorrupción, de acuerdo con sus antecedentes académicos, profesionales y laborales".
La medida contradice los gestos anunciados en campaña por Mauricio Macri que apostaba a establecer total transparencia y tolerancia cero con la corrupción.
Si bien, Alonso, cuenta con los requisitos correspondientes para ocupar el cargo (Por decreto 226/15, establece que el funcionario a cargo "deberá poseer título universitario, sólida formación académica, antecedentes profesionales calificados en derecho, ciencias sociales o economía y una reconocida trayectoria democrática y republicana".), lo que se esperaba de la gestión de Macri era que ese cargo que se utiliza para fiscalizar el comportamiento de los funcionarios públicos, sea encabezado por una persona que no comulgue con el partido oficialista.
Tiempo atrás, cuando ya se habían visualizado las primeras intenciones del Jefe de Estado para que Alonso cubra el cargo, la ex diputada nacional había adelantado en una entrevista que Macri le había pedido "pedido impunidad cero, para atrás y para adelante”.