Las consecuencias negativas de las políticas económicas implementadas por el gobierno nacional son cada vez más profundas.

Según diferentes indicadores, oficiales y privados, la actividad de la construcción sigue en caída, una tendencia que comenzó a marcarse fuertemente en el transcurso de este año. Según el Indec, en mayo se contrajo un 13% con respecto a igual período de 2015; de la misma forma, el índice relevado por el Grupo Construya registra un descenso del 12,5% para mayo. En tanto, un informe del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) revela que el sector acumuló en los primeros cinco meses una baja del 10,9% en la medición interanual.

Lo que resulta preocupante, si tenemos en cuenta la importancia del sector en materia de generación de empleo, sobre todo en sectores de poca calificación. En enero, febrero y marzo la caída fue del 2,5%, 6,2% y 6,8% respectivamente, mientras que el salto más pronunciado se dio en abril, cuando la contracción fue de 24,1%.

Las medidas tomadas por el gobierno, impactan fuertemente de manera negativa sobre la actividad de la construcción y la generación de empleo. El freno en la obra pública, la falta de inversiones, el poco éxito de los créditos hipotecarios ajustados por inflación, sumado a un panorama macroeconómico inestable, generan un combo determinante para llegar a esta situación.

Asimismo, el INDEC difundió una encuesta de expectativas donde las principales empresas del sector consideran que el nivel de actividad no cambiará en los próximos meses, e incluso algunas sostienen que continuará disminuyendo. E

Entre las principales causas los empresarios resaltan la contracción del mercado interno, el encarecimiento del crédito y la inestabilidad de precios. Durante el mes de abril el empleo en el sector de la construcción cayó 11,9% según datos del Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), lo que representa el registro más bajo para el mes en los últimos nueve años.

Esto se suma a la caída que viene registrando el sector desde diciembre de 2015 sin recuperación alguna a pesar de dejar atrás los meses de enero y febrero, que suelen ser de menor actividad por estacionalidad.

De esta forma, el primer cuatrimestre del 2016 cerró con un promedio de 369.032 trabajadores registrados, lo que representa una caída del 8,5% con respecto a igual periodo de 2015. Más allá de las promesas sobre el “segundo semestre”, no hay señales de salida de este cuadro recesivo. Lamentablemente, no sólo son alarmantes las cifras de la caída de la construcción, sino la falta de reacción del gobierno nacional para revertir esta situación.