En la denuncia realizada ante la ayudante fiscal, Claudia Eseiza  de Lincoln, Juan Carlos Rano, describió: “Me dirigí a la Municipalidad porque quería hablar con el intendente Salvador Serenal. Me encontraba en el sector previo a la entrada de su oficina, donde hay un escritorio con sillas. Y allí me atendió la secretaria”.

“Cerca mío había un chico de apellido Sarco, quien también estaba esperando que lo atiendan. En un momento, ante la demora, Sarco le dijo a la secretaria que le preguntara si lo iba a atender o no, y refirió: ‘Porque, si no me atiende, le voy a bajar la puerta’. Yo permanecía sentado observando y salió el chofer, de apellido Carlini, y, sin tener nada que ver, por lo que había dicho Sarco, que, además, había concurrido por su cuenta, me empezó a pegar trompadas, lesionándome en la cara, el cuello, la espalda y rompiéndome la ropa hasta el extremo de empujarme por las escaleras”. En este sentido, Rano prosiguió: “Menos mal que alcancé a agarrarme, ya que se trata de un tercer piso, y si llegaba a caerme de ahí me hubiese matado”.

Asimismo detalló: “No reaccioné, me quedé quieto y, en cuanto pude, me vine a hacer la denuncia. Ahí aparecieron un montón que me agarraron y dejaron que me pegara. Me dio muchas patadas, mientras todos me tenían para que me pegara. Y, entre ellos, estaba el secretario de Seguridad, Oscar Carrizo”.

En referencia al intendente municipal, la víctima del incidente señaló: “En un momento salió Salvador (Serenal) y dijo: ‘Andá, andá… Siempre venís a hacer lío’. Pero yo no hice ningún lío, solamente fui a hablar con él porque me lo había cruzado en la calle y me había dicho que me iba a dar una mano con el alquiler”.