En las oficinas de calle México, del candidato a presidente de Todos, Alberto Fernández, apuestan a que el peronismo se quede con la conducción de la municipalidad de Junín.
La paliza en las urnas del candidato a gobernador de Todos, Axel Kicillof, contra María Eugenia Vidal, no solamente dejó herida a la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Junto con la mandataria provincial, muchos intendentes del oficialismo quedaron contra las cuerdas y al borde del golpe final.
Es que, los 18 puntos de diferencia a favor del actual diputado nacional, así como los 15 puntos favorables para Alberto Fernández sobre Mauricio Macri, tienen su correlato en todo el territorio provincial y no solo en el Conurbano. El histórico bastión peronista tuvo un desempeño comicial acorde a su tradición y no estuvo en soledad, después de varias elecciones, el interior volvió a optar por el peronismo para sentarlo en el Sillón de Dardo Rocha.
Los denominados “grandes del interior” fueron centrales en los actos comiciales de 2015 y 2017 para que el ahora extinto Cambiemos revierta el apoyo del Conurbano al peronismo. Mar del Plata, Bahía Blanca, Olavarría y Junín, como principales focos, en aquel momento, optaron por alinearse al macrismo.
Así, en la Cuarta, el botín no solo es la conducción comunal sino dar un golpe de lleno en uno de los focos de poder de Macri en el interior. Allí, Todos fue la fuerza más votada por unos seis mil votos de ventaja y la interna quedó en manos del massista Mario Meoni. En ese sentido, desde la conducción nacional del espacio de unidad peronista dan por contado que la kirchnerista Victoria Muffarotto jugará de lleno en consolidar a Meoni como jefe comunal y acabar con uno de los jóvenes M, Pablo Petrecca.
De esa manera, el peronismo avanza hacia octubre con la mirada puesta en extender el batacazo provincial y quedarse con el mando de los grandes del interior.