Alegre culpaba a Segretin de la derrota que tras veinte años ininterrumpidos en el poder sufriera su espacio, e Iglesias había manifestado que Segretin debía darle explicaciones a la sociedad sobre porqué seguía ostentando una banca en el concejo que -a su criterio- pertenecía al Frente Renovador (ya que el propio Segretin había sido elegido concejal cuando estaba enmarcado en ese espacio).

Al respecto, Segretin (quien disputó la intendencia villeguense en las pasadas elecciones) comenzó reconociendo que si bien el espacio alegrista tuvo "un universo de votos de sectores medios que le dieron la espalda y que fueron atraidos por nuestro discurso vecinalista" también es cierto que "esto es solo una cuestión menor" ya que dicho argumento no explicaría porqué el alegrismo tenía una "caída de caudal electoral desde el 59% de las elecciones 2011 hasta el 29% de las PASO 2015". Para Segretin esa baja de 30 puntos porcentuales "exceden a nuestro modesto desempeño en las urnas".

Sobre las acusaciones vertidas por Valeria Iglesias (que este año vuelve a ser concejal), Segretin manifestó que fue seducido "por un proyecto provincial (de Julian Domínguez)" pero aun así, retrucó que no entiende porqué estaría en la obligación de dar esa explicación ya que está ejerciendo "un derecho político constitucionalmente consagrado".