Ni expropiación, ni condonación, parecen decir el exintendente de Carlos Tejedor Emilio Monzó y el diputado nacional chivilcoyano Sebastián García De Luca, que proponen una tercera vía para destrabar el conflicto con la cerealera, cuya crítica situación motivó la decisión del Gobierno de intervenir la empresa para luego llevar a cabo su expropiación a manos del Estado. 

Los dirigene de la Cuarta proponen una alternativa intermedia. Que la empresa sea gerenciada por acreedores privados afines al sector agropecuario, y apuntan principalmente a las cooperativas ACA y AFA. "La expropiación de Vicentin no es el camino para salvar la empresa", dice Monzó y asegura que con la propuesta de su espacio "se puede garantizar la continuidad de los puestos de trabajo y cumplir los compromisos asumidos". 

García de Luca adelantó que la propuesta fue elevada al Juez de concurso y consideró que "la única urgencia de las medidas que se tomen en torno a Vicentin tiene que ser mantener los puestos de trabajo y honrar las deudas con productores, respetando el proceso judicial en marcha". También anticipó que no dará quórum cuando se trate la expropiación en Diputados. 

Una vez más el monzoísmo busca ensanchar la angosta avenida del medio, que en este caso puntual divide a los que se encuentran fervientemente en contra de la intervención estatal de Vicentin y quienes consideran que el Gobierno debe administrar los recursos de la empresa en su totalidad.