Más de 12 horas de debate se necesitaron para dar luz verde a la polémica reforma previsional que recorta las jubilaciones. Apenas pasada las 7 de la mañana, el Congreso Nacional contó los votos y 127 voluntades alzaron sus manos para aprobarla mientras que 117 lo hicieron para rechazarla.

Los referenciados dentro de la Cuarta sección electoral, Sergio Buil (Rivadavia) y Pablo Torello (Bragado), ambos diputados de Cambiemos, votaron por aprobar la iniciativa. Al igual que ellos, todos los legisladores del oficialismo se expresaron en el mismo sentido. Ergo, con el apoyo de otros diputados peronistas que responden a gobernadores terminaron levantándole el pulgar.

Por el lado de la oposición, los legiladores de Unidad Ciudadana y el massismo ensayaron las más enérgicas defensas para evitar la aprobación mientras afuera, a las manifestaciones, incidentes y represión que se sucedieron por la tarde, se le sumaron cacerolazos en las imediaciones del Congreso Nacional, varios barrios de Capital Federal y también distritos bonaerenses. 

De este modo, la reforma previsional que rebaja la actualización de los haberes de jubilados, pensionados por discapacidad, ex combatientes de Malvinas y los beneficiarios de las asignaciones universales por hijo y embarazo ya es ley. 

Desde el oficialismo señalaron que su aprobación no significa una pérdida del poder adquisitivo del jubilado debido a que la iniciativa debe leerse como una más de un paquete de medidas tendientes a combatir a bajar el gasto del Estado y también la inflación.

Lo cierto es que la medida significa unos 100 mil millones de pesos anuales que se le quitarán a jubilados y pensionados. Cabe destacar que más allá de la propuesta del bono compensatorio que Mauricio Macri cerró el vienres pasado con los gobernadores, ese auxilio sólo retribute 4 mil millones de pesos al sistema previsional. Pasado en limpio, en marzo girarán alrededor de $700 a cada jubilado.