En los últimos días, el intendente de Bragado, Vicente Gatica, oficializó en su cargo al nuevo director de Medio Ambiente. Se trata de Pablo Zuleta, quien llega al cargo luego de la renuncia del ingeniero agrónomo Luciano Burghetti.

Vale recordar que, Burghetti es uno de los tantos dirigentes de la Unión Cívica Radical local que pegó el portazo en las relaciones con su aliado de Juntos luego del cierre de listas. Es que, tal como informó Cuestión Política, el acuerdo entre el alcalde y el partido centenario, con la precandidata a senadora bonaerense Eugenia Gil como encargada de la negociación, dejó un largo derrotero de heridos y la sangre llegó al río.

En concreto, Burghetti dejó su lugar en la gestión comunal para evidenciar aún más la grieta que ya contaba con antecedentes. Por caso, las principales autoridades del Comité UCR local abandonaron sus cargos.

La presidencia, la vicepresidencia y la primera vocalía del Comité presentaron la renuncia al cargo partidario en disidencia con la definición de la negociación Gatica – Gil.

Se trató de Gustavo Benalal, quien fue el primero en dejar la presidencia del radicalismo local. Su sucesora, María Cristina “Chiquita” Spano, siguió el camino de Benalal, al igual que el tercero en la línea sucesoria, el ahora exvocal Orlando Costa.

De esa manera, en los últimos días, Gatica aprovechó la sangría radical para dotar de más puestos de poder a su hija, Natalia. El nuevo director de Medio Ambiente reporta políticamente a Natalia Gatica y desde 2015 se desempeñó en Espacios Verdes, dentro del área de Integración Socio Urbana y Ambiental que controla la hija del alcalde.

Como si eso fuera poco, el ascendiente funcionario cuenta con antecendetes del buen vínculo con el clan Gatica. Su esposa es la jueza de Faltas del municipio, Victoria Maffasanti, quien también reporta a la heredera de Vicente.

Así, Gatica aprovechó las heridas de la Unión Cívica Radical para consolidar la estructura de poder de la familia en la política bragadense.